miércoles, 20 de agosto de 2014

El templo de Santa Rosa de Vitarte: la primera obra del Alcalde de Ate Genaro Agüero Rios


© J. Peter Vizcardo Navarro
Universidad Nacional de Ingeniería

El objetivo de este artículo es redescubrir la importancia del casi desconocido templo Santa Rosa de Vitarte como la primera obra de la gestión del alcalde de Ate don Genaro Agüero en 1926, y la preponderancia limeña hacia el culto a Santa Rosa. Es increíble saber como de un paseo piloto que iniciamos en el Barrio Obrero de Vitarte hasta Chosica, la divina providencia nos guió hacia la casa de la familia vitartina Vallejos, cuya señora guardiana del templo, gentilmente nos permitió ingresar por primera vez al templo Santa Rosa de Vitarte en la mañana del día jueves 29 de agosto del presente año, justo a vísperas de su fiesta. Y luego de haber visto las maravillas que nunca soñé ver, tome la firme decisión de investigar y develar los orígenes del catolicismo en Vitarte, distrito de Ate, Lima.

Retrocedamos en el tiempo y ubiquémonos en el año 1926. Lima estaba sumergida en pleno Oncenio de Leguía, lleno de muy celebres obras públicas para la modernización de la capital; el gobierno había expedido el 28 de mayo la Resolución Suprema que exigía la asistencia médica gratuita a operarios y empleados de fundos agrícolas; la Universidad Popular González Prada filial Vitarte cumplía su sexto aniversario; se dejaba de publicar el diario “La Protesta”; empezaban los preparativos para el Segundo Congreso Local Obrero de Lima a iniciativa de los Trabajadores en Tejidos; se multiplicaban los despidos y cierres de fábricas y la burguesía se mostraba más intransigente frente a los reclamos; se había creado la Federación Peruana de Fútbol y la segunda Federación Obrera Local de Lima (1922); el rector de las Universidades Populares Gonzáles Prada había sido apresado y luego en solidaridad se realizaba un Paro General para liberarlo a él y a Mariátegui (1923); se había inaugurado la avenida del Progreso (hoy Venezuela) entre Lima y La Punta (1924), obra maestra de infraestructura vial del Perú, hecho por un ingeniero de la Universidad Nacional de Ingeniería.

Vitarte era un pueblo obrero de unos mil ochocientos habitantes (aprox.) de los cinco mil que habitaban en el distrito de Ate, ubicado en la margen izquierda del rio Rímac, a pocos kilómetros al este de la ciudad de Lima. Sus humildes viviendas de caña, barro y madera estaban distribuidas alrededor de su único centro de trabajo: la Fabrica de Tejidos Vitarte, un edificio de dos pisos con torreones a manera de castillo y torre del reloj, en medio de chacras de algodón de las haciendas Zavala, Vista Alegre y Barbadillo, y vecina de los cañaverales de la hacienda La Estrella, de los hermanos Dibós, arrendada a la casa comercial china Pow Lung & Cía. Esta fabrica fue establecida en el año 1874 por el empresario limeño don Carlos López-Aldana. Sus obreros textiles estaban organizados en el club Centro Sport Vitarte (1904) y Sindicato Textil Vitarte (1911), donde planificaban sus estrategias de defensa de sus derechos laborales ante la gerencia. La producción de tocuyos era de tal calidad y cantidad para la exportación, que la convirtió en la primera fábrica textil del Perú, y esto se tradujo en adelantos tecnológicos para su población, como alumbrado eléctrico, sistema de agua y desagüe y un cine. Su nivel cultural fue altísimo, gracias a la presencia allí de una filial de la Universidad Popular González Prada, fundada por el líder sanmarquino Víctor Raúl Haya de la Torre, su primer rector, y su ilustre profesor José Carlos Mariátegui, dictando eruditas conferencias (desde 1923). Dentro del local de la fábrica, ya existían tres locales de servicio público como una capilla, un colegio y una farmacia, por gestión del gerente de Vitarte, W. T. Smithies. El 23 de diciembre de 1922 se había hecho una ceremonia organizada por el Sindicato Textil Vitarte en homenaje a la directora Elvira Grey, profesora pionera de Vitarte; se había fundado el “Instituto Escolar de Vitarte” (1923); se realizaba una reunión entre los hacendados del valle del Rímac y el gerente de Vitarte interesados en la construcción del "camino carretero de Lima a Chosica" (1925); salía el primer número de la revista “Amauta” de José Carlos Mariátegui (1926); y ese mismo año realizaba el primer vuelo sobre el valle del Rímac que sobrevoló los cielos de Vitarte, a cargo del piloto norteamericano Elmer James Faucett Clark, pionero de la aviación comercial peruana, en su avión biplano Curtiss-Oriole (tipo de monocoque de tres plazas con un motor de 150 HP), que tenía 5 años como piloto civil.

Vitarte había sido testigo de dieciocho huelgas entre 1896 y 1925, siendo la más recordada la del 11 de enero de 1915, en donde fue asesinado el joven obrero Andrés Vilela por gendarmes, en escarmiento a las familias vitartinas que obstaculizaban la salida de tocuyos en el tren hacia el Callao. Y habían pasado quince años de la compra que hizo la fábrica de tejidos la Vitarte Cotton Mill Co. Ltd. (de la W. R. Grace & Co. de Nueva York) a la Peruvian Cotton Manufacturing Co. Ltd. (compañía de Londres). Luego de que los vitartinos unidos a todos los gremios de Lima lograran la ley de las ocho horas de trabajo en 1919, su horario de trabajo quedo establecido de 8 am a 4 pm, con un salario diario de S/. 16.15 y otros beneficios como casa y comida. Habían pasado solo un año de la partida definitiva del señor Smithies, gerente de Vitarte, y el sexto año que se celebraba la famosa "Fiesta de la Planta", donde confraternizaban los sindicatos obreros con torneos deportivos, esta fiesta que congregaba a los obreros de Lima y Callao en Vitarte fue declarada en 1924 como "Fiesta del proletariado organizado de Lima". Entre lo celebres partidos jugados, están los encuentros entre el club local Sport Vitarte con la Federación Universitaria de Deportes "U" (1925) y luego contra el equipo de la Federación de Choferes donde casi todos sus jugadores eran del Alianza Lima, y así jugo en el antiguo campo de Vitarte el gran Alejandro "Manguera" Villanueva el año 1929, según Julio Portocarrero. Vitarte era famoso a nivel mundial gracias a la jornada de 8 horas gestado allí.

La capital del distrito fue desde antaño el pueblo colonial de Ate, que a través de los años experimentó una creciente disminución de su población, la mayoría migrantes provenientes de la costa sur y sierra central del país, llegando a solo 76 habitantes en 1920. Era un pueblo muy pequeño con casitas de barro alrededor de una calle y la plazuela de la iglesia, con su cementerio, rodeada, como dice Honorio Sánchez, de "aromados viñedos, huertas de nísperos y paltos, y una que otra plantación de caña". Se hacían ferias dominicales y corridas de toros en fiestas. Uno de los servicios que brindaba el Concejo de Ate en aquel entonces era el alumbrado público con kerosene, por el cual pagaban los vecinos cincuenta centavos al mes (Barrionuevo, 1963). Una de las razones de la ruina de Ate fue que al ser la agricultura y ganadería las únicas actividades económicas, eran muy mal pagadas y pasivas, en comparación a la fábrica de Vitarte que era un gran atractor agroindustrial de trabajadores, que jalaban poco a poco a sus familiares, y así el grueso de la población del distrito se desplazó de las haciendas del valle de Ate, Surco y otros hacia Vitarte desde 1890.
 
Santa Rosa de Lima. Pintura de Angelino Medoro
No obstante la supremacía y densidad poblacional de Vitarte, sus vecinos todavía eran dependientes a la antigua capital distrital, pues solo iban al pueblo de Ate para que les expidan partidas de nacimiento, matrimonio, defunción, etc., y enterrar a sus difuntos en su cementerio colonial. Ate les quedaba muy lejos y con acceso difícil, a través de un camino afirmado (todavía no existía la moderna Carretera Central) y el peligro de los asaltantes de caminos. Así, aprovechando la reunión de hacendados en la "Comisión del Camino a Chosica" el 17 de abril de 1925, donde participó Lino E. Conroy, gerente de Vitarte, los vecinos notables de ella organizan una junta donde deciden por mayoría trasladar la capital distrital, y así, el 30 de setiembre de 1926 se da inicio al nuevo Concejo Distrital de Ate en el pueblo de Vitarte, bajo la presidencia del alcalde Genaro Agüero Ríos, y los regidores José Cevasco, Manuel Sponda, Gustavo Martini Chutti y Antonio Guillinta, trabajadores textiles de Vitarte y muy estimados en la localidad.

La primera obra pública del Concejo Distrital de Ate fue la construcción del templo de Vitarte, dedicada a Santa Rosa de Lima, gracias al pedido del Comité Pro Templo de Vitarte. En la época colonial, en estas tierras se impartían los santos sacramentos en la Parroquia Santa Cruz de Ate y en los oratorios de las haciendas vecinas, manteniéndose igual entrada la República. Recién el año 1888 se establece la primera capilla católica dentro de la Fabrica de Tejidos Vitarte, que según la descripción de la profesora vitartina Josefa Yarlequé de Marquina

Dicho templo era pequeño con bancas largas y reclinatorios forrados con terciopelo azul, y ¡como se reanimaba el ambiente cuando los domingos en la mañana, los hombres con sus ternos oscuros y las mujeres cubiertas con velos y mantillas, acudían presurosos hasta la pequeña reja donde el guardián, Martín Heredia, les daba el paso con un afectuoso saludo! Ya en la iglesia esperaba el sacerdote Francisco Díaz del Rávago y Alvites, quien oficiaba la Santa Misa (Yarlequé, 1963).

Es vital aquí hacer una pequeña reseña de la vida de Santa Rosa de Lima para entender su importancia. Nació en la ciudad de Los Reyes el 30 de abril de 1586. Fue bautizada como Isabel Flores de Oliva. Fue una de los trece hijos de Gaspar Flores, de San Juan de Puerto Rico, y de María de Oliva, de Lima, Perú. Fue bautizada en la parroquia de San Sebastián de Lima. Recibió el sacramento de la confirmación en Quives por mano de Santo Toribio de Mogrovejo. A los veinte años se hizo Terciaria del Convento de Santo Domingo. Fue devota de Santa Catalina de Siena, y a ejemplo de ella, mortificaba su cuerpo con duros castigos y penitencias. Desde pequeña siento fuerte vocación religiosa, por lo que oraba y ayunaba frecuentemente. En su madurez, acudía a los hospitales para atender a los enfermos. Falleció en Lima el 24 de agosto de 1617 estando enferma de tuberculosis. Fue canonizada por el Papa Clemente X por bula otorgada en Roma el 12 de marzo de 1688, el cual mando hacer una estatura de mármol de ella al escultor Melchor Caffá, y la regalo al convento dominico de Lima. Luego el 12 de abril de 1671 es declarada Patrona de América, de las Indias y Filipinas.
Emilio Lisson Chaves. XXVII Arzobispo de Lima
Las celebraciones de bendición del templo son tan variadas, que rememoran la antigua tradición de los vitartinos de celebrar el cumpleaños del gerente, así en el programa figuraban las siguientes actividades: misa, procesión de Santa Rosa, recepción de sociedades católicas y autoridades de Lima, bendición del terreno por el arzobispo de Lima, discursos de dirigentes de Vitarte, partidos de futbol, retreta de la banda del ejercito, y hasta pelea de gallos en el clásico Vitarte - Santa Clara (La Crónica, 3 octubre 1926).

El señor vitartino Octavio Polo en su discurso en la ceremonia de colocación de la primera piedra del templo Santa Rosa de Vitarte realizada el domingo 3 de octubre de 1926, otorga datos inéditos sobre la antigua fundación de la primera capilla y su heroico, patriótico e ilustre padrino. Dijo que el 2 de setiembre de 1888 los propietarios de la Fábrica Nacional de Tejidos Vitarte, Carlos López Aldana y esposa, organizaron el bautizo de la capilla Santa Rosa por el Ilustrísimo Arzobispo de Lima, Manuel Tovar, y fue padrino el presidente de la República, Mariscal Andrés Avelino Cáceres (La Crónica, 5 octubre 1926). Esta primera capilla estuvo ubicada dentro de la fabrica y no donde hoy esta.

Andres Avelino Caceres. Presidente del Peru (1886-1890; 1894-1895)
El presidente de la república Augusto B. Leguía Salcedo coloca la primera piedra del templo de Santa Rosa de Vitarte, como padrino, y madrina María Luisa Solari de Checa (esposa del abogado Dr. Miguel Antonio Checa Eguiguren, embajador de Perú en Argentina), bendijo la ceremonia el Ilustrísimo Arzobispo de Lima Monseñor Emilio Lisson. Pronunciaron discursos alabando las cualidades del presidente Leguía, Genaro Agüero, Octavio Polo, Víctor L. Márquez, Pablo Flores, y la niñita Irene Cruzado. El Concejo de Ate lo recibió junto con los escolares, la niña Alicia de la Cotera lo saludó y le entregó un ramo de violetas. Terminada la ceremonia religiosa, Fred Jackson, gerente, y Germán Miranda, invitaron al presidente y sus invitados a una reunión social en la casa del gerente de la fábrica de Vitarte, donde brindaron con champagne y almorzaron pastas y refrescos. Terminado esto, Leguía y su comitiva oficial regresó a Lima en tren extraordinario de la una de la tarde. En seguida se realizó partido de fútbol entre Alianza Vitarte y el Instituto Comercial Lima, gana el equipo local 1 a 0, y recibe la copa de plata donada por el alcalde de Lima señor Dasso. Las fiestas en Vitarte concluyeron a las seis y media de la tarde y los visitantes limeños regresaron por tren ordinario a las siete de la noche (La Crónica, 5 octubre 1926).
Augusto B. Leguia Salcedo. Presidente del Peru (1908-1912; 1919-1930)
El templo de Vitarte es un edificio de planta rectangular, de cuatro metros de altura, con techumbre de madera con teatina central, soportada por delgadas columnas de hierro, que organiza su espacio interior en una nave central y dos laterales con capillas. Su fachada simétrica de estilo neoclásico compuesta de tres paños estriados separados por pilastras, con zócalo, cuerpo y remate de suave cornisa, tiene una puerta central y dos ventanas laterales, todas con dinteles de arco de medio punto, carpintería de hierro y vidriadas. La iluminación utilizada es de tipo cenital, por la gran teatina central, y complementada por las cuatro ventanas que hay en sus muros perimetrales. El presbiterio esta sobre elevado en dos gradas y tiene una cruz alta con una mesa de altar de madera tallada. A ambos lados de este espacio hay dos vitrales venecianos. Hay capillas laterales con los bultos de varios santos. Adicional al templo hay una sacristía y deposito de andas, que no es parte del proyecto original de 1926. Se nota claramente el paso del neoclásico al neocolonial, impulsado por la primera promoción de arquitectos graduados en la Escuela de Ingenieros (hoy Universidad Nacional de Ingeniería), pues vemos un severo y elegante almohadillado en su muro de fachada, tomado del tratado de Sebastiano Serlio (1537), y popularizado en Lima en la Escuela de Artes y Oficios José Pardo (antes Hospital Santa Sofía) y el nuevo Colegio Nacional Nuestra Señora de Guadalupe. Curiosamente el actual local del Centro Cultural del Callao es muy similar y tal vez construido en la misma época del Oncenio de Leguía. El templo de Vitarte guarda en su interior las imágenes de Santa Rosa de Lima y San Martin de Porres a los lados del Cristo Crucificado que preside el altar mayor, en las capillas laterales tenemos a la Virgen de Guadalupe (cuadro), el Sagrado Corazón de Jesús, el Señor de los Milagros, entre otras más.
Fachada principal del templo. Año 2014. Foto del autor

Con este hallazgo, se demuestra la antigüedad del culto a Santa Rosa de Lima en el pueblo de Vitarte (126 años) y su importancia histórica frente a la posterior iglesia Santa Cruz de Vitarte, que toma los despojos religiosos de la parroquia de Santa Cruz de Ate, hoy en el antiguo pueblo de Ate. Además queda demostrado el noble regalo que el presidente Leguía hace al pueblo de Vitarte y se mantiene hasta hoy (el referido templo Santa Rosa). Los personajes de la historia aquí mencionados, como los presidentes Leguía, Cáceres, y los señores López-Aldana, Smithies, Haya de la Torre, Mariátegui, Grey, Faucett, Vilela, Villanueva, Portocarrero, Agüero, Yarlequé de Marquina, deberían ser revalorados como parte de la memoria colectiva para la construcción de la hoy inexistente "identidad ateña", y ser tomados en cuenta por los actuales docentes de los colegios del distrito que deben impulsar serias investigaciones entre sus alumnos. Con justicia estos ciudadanos peruanos y extranjeros merecen un busto conmemorativo en diversos espacios públicos del distrito de Ate.

Se sugiere a la Municipalidad Distrital de Ate que considere el valor y gran importancia del templo Santa Rosa de Vitarte como patrimonio material mueble de "primer nivel" (según la definición del Ministerio de Cultura del Perú) ya que es un edificio histórico de ochenta y ocho años de antigüedad y está en buen estado de conservación, gracias al mantenimiento diario que con mucho amor y fe dan sus devotos vecinos. Se sugiere agregarle una placa conmemorativa, repintar el almohadillado para resaltarlo (como su similar del Callao), la limpieza de los vitrales, retirar los edificios adosados al templo pues siempre estuvo libre y mejorar su campanario, e incluirla en su circuito turístico distrital. Es el único edificio público de Vitarte antiguo que todavía existe, y es testimonio de la gran historia de la fábrica de tejidos y la ardorosa fe de sus feligreses obreros, en todo el valle de Ate.

Un agradecimiento muy especial a la señora Vallejos, antigua vitartina, por permitirnos acceder al templo; a Daniel Flores por la foto donde salgo junto a la fachada del templo, y a Guillermo Vélez por la fotografía en el interior del templo.

Interior del templo. Año 2014. Foto Guillermo Velez

Bibliografía

Yarlequé de Marquina, J. (1963). El Maestro ó Democracia en Miniatura. Lima: Librería e Imprenta de Juan Álvarez A.
(1926, octubre 3). Fiesta de Santa Rosa en Vitarte. La Crónica.
(1926, octubre 5). Las fiestas del domingo en Vitarte - Colocación de la primera piedra del templo de Vitarte - Asiste el presidente de la República. La Crónica.

Anexo Nº 1
Fiesta de Santa Rosa en Vitarte
La Crónica, 2 de octubre de 1926

El domingo 3 de octubre tendrá lugar en Vitarte la fiesta de Santa Rosa con asistencia del Presidente de la República, señor Augusto B. Leguía, y del Ilustrísimo señor Arzobispo, Monseñor Emilio Lisson.
Con este motivo circulan las siguientes invitaciones con el programa de la fiesta:

«La Sociedad de Santa Rosa y el Comité Pro-Templo de Vitarte a Santa Rosa, tiene el honor de invitar a las instituciones católicas y al publico a la fiesta anual a la Santa Patrona de la localidad y a la solemne bendición y colocación de la primera piedra de la iglesia, acto que será apadrinado por el señor Presidente de la República y la Señora María Luisa S. de Checa.
La Comisión agradecerá a las sociedades y personas piadosas que se sirvan realzar la ceremonia con su presencia.

Programa

7 a.m. - Misa de comunión general de la Sociedad de Santa Rosa. Primera comunión de niños.
9 a.m. - Se sacará procesionalmente la imagen de Santa Rosa, Patrona del lugar, al terreno donde se colocará la primera piedra.
10 a.m. - Recepción a las sociedades católicas de Lima. Desfile de los colegios de la localidad.
11 a.m. - Llegada del señor Presidente de la República, quien será recibido por las instituciones del lugar y el H. Concejo, haciendo uso de la palabra en esta recepción el Alcalde señor Genaro Agüero y en nombre del Comité Pro-Templo el señor Octavio Polo, socio de la Santa Cruz.
11 y 30 a.m. - Bendición del terreno de la iglesia por el Ilustrísimo señor Arzobispo Emilio Lisson y colocación de la primera piedra, apadrinando el acto el Presidente de la República señor Augusto B. Leguía y la señora María Luisa S. de Checa.
Alocución por el R. P. Francisco M. Aramburú.
Discurso del Presidente de la Sociedad de la Santa Cruz señor Antonio Miranda.
Mensaje de agradecimiento por la Escuela Fiscal de Niñas N° 4367.
2 p.m. - Juegos sportivos en los que se disputaran dos Copas de plata donados por el señor alcalde del Concejo Provincial de Lima, señor Andrés F. Dasso, y por el señor alcalde del distrito del Rímac don Juan Ríos.
6 p.m. - Retreta por la banda del Ejercito.
NOTA - Pelea de gallos: Vitarte con Santa Clara »

Anexo Nº 2
Las fiestas del domingo en Vitarte
Colocación de la primera piedra del templo de Vitarte
Asiste el presidente de la República
La Crónica, 5 de octubre de 1926

Conforme con el programa formulado por el Comité Pro Templo de Vitarte, se efectuó el domingo [3 de octubre] la fiesta religiosa organizada por la Sociedad de Santa Rosa, para la colocación de la primera piedra de la futura iglesia. Monseñor Lisson, Arzobispo de Lima bendijo la piedra y los terrenos designados para la construcción del nuevo templo, ceremonia que apadrinaron el señor Augusto B. Leguía y la señora Solari de Checa. El Presidente, los ministros de Estado, el Alcalde de Lima y los numerosos invitados y sociedades religiosas se trasladaron a Vitarte en tres trenes que partieron en la mañana. Al llegar el señor Leguía y su sequito a la estación de Vitarte fue objeto de una calurosa manifestación del pueblo, y recibió la bienvenida del Alcalde de esa localidad, señor Genaro Agüero, que pronunció un improvisado discurso, siendo muy aplaudido. Las sociedades obreras y los colegios en correcta formación representaron ante el jefe del Gobierno. El señor Octavio Polo, a nombre del Comité, pronunció el siguiente discurso:
«Señor Presidente de la República,
Ilustrísimo Señor Arzobispo,
Señoras, Señores:
Designado por el Comité Pro Templo de Vitarte, cábeme el honor de agradeceros en su nombre su vuestra benévola presencia que tiene un mayor significado histórico para la localidad por ser este la segunda vez desde su formación, que tiene el honor de recibir una visita presidencial y con el mismo fin.
Siendo muy pequeña esta población fabril, sus primeros propietarios señores López Aldana, erigieron la capilla que actualmente brinda sus servicios religiosos y se bautizó entronizando a Santa Rosa de Lima como patrona del lugar el 2 de Setiembre de 1888, por el entonces Obispo Ilustrísimo Monseñor Manuel Tovar, apadrinando la ceremonia el Excelentísimo señor Presidente de la República General Andrés Avelino Cáceres, y hoy el crecimiento de la población reclama mayor extensión para sus fieles, toca a vos señor Presidente dignarse a apadrinar la primera piedra del que va a ser templo y santuario de la fe cristiana.
Las pocas obras públicas que aún se llevan a cabo aquí, como el edificio para las escuelas fiscales, y esta qué vais a poner la primera piedra, son pequeñísimos granos de arena con los que la obligación de todos los ciudadanos deben coadyuvar a nuestro ideal de progreso, que con beneplácito general vemos desarrollarse en todos los ámbitos de la República, y que la mentalidad, carácter, laboriosidad y patriotismo de que estáis dotado, hará perdurar vuestro nombre para bien de la Nación y ejemplo del Porvenir.
Altamente honrados con vuestra presencia, que esta corta estadía sea tan grata como son nuestros mayores deseos, por la cultura y respeto de este lugar».
En seguida a nombre de los escolares, habló el profesor señor Víctor L. Márquez, director del Centro de Varones, quien dijo así:
«Señor Presidente de la República:
Tengo el alto honor de daros la más calurosa bienvenida y rendiros el homenaje a que sois acreedor, en nombre de los maestros y alumnos de la Escuela Fiscal de Varones de esta localidad y como Director de ella, me es muy grato presentaros.
Esta honra que recibimos, de poder saludaros en este centro fabril, es el fiel exponente de nuestro noble espíritu que vela por el obrero y llega hasta el, dando con vuestra presencia el ejemplo más fiel de democracia gubernativa, que será sólido eslabón que unirá estrechamente al insigne mandatario con el hijo del pueblo.
Todos aquí aplaudimos con todo entusiasmo vuestra magnífica obra de reconstrucción nacional, y los niños de Vitarte van gravando día a día en sus tiernas inteligencias los ejemplos de vuestra poderosa energía y los de vuestro inmaculado patriotismo, puestos a su alcance por sus maestros.
Loor a vos señor presidente, que con incomparable energía, abrís el camino del engrandecimiento de vuestra amada patria. Tened señor la seguridad que, nosotros los maestros, modestos obreros intelectuales, cooperamos a vuestra hermosa labor constructiva con el grano de arena de nuestra labor escolar, esculpiendo en sus tiernos corazones, el recuerdo a los grandes hombres que como vos, han puesto muy en alto el nombre del Perú, y estad seguro que las generaciones venideras os recordarán con la gratitud que se merece el fundador de la Patria Nueva».
Terminando el acto de la recepción de la comitiva, se trasladó a los terrenos de la nueva iglesia donde se bendijo la primera piedra y se ofreció una misa, en un artístico altar levantado por el Comité de Damas de Vitarte. Ofició la misa Monseñor Lisson y pronunció una oración adecuada al acto el Reverendo Padre Fray Francisco Aramburú. La banda de músicos del Regimiento número tres amenizó el acto con un selecto programa musical.
En esta fiesta el Presidente de la comunidad “La Huaca”, señor Pablo Flores, se dirigió al Jefe del Estado con las siguientes palabras:
«Señor Presidente de la República:
Habiendo sido honrada hoy esta población, con la presencia del ilustre Jefe del Estado y demás personas de su distinguido sequito, con motivo de la ceremonia que acaba de realizarse; tócame en mi carácter de representante de la comunidad de “La Huaca” daros el saludo de bienvenida de todos los comuneros, saludo que hacemos extensivo al ilustrísimo y reverendísimo señor Arzobispo de Lima. Saludo espontáneo, sincero, puro e inmaculado como lo son los lirios de nuestras praderas y el aire perfumado de nuestros valles.
La comunidad de “La Huaca” no rendiría un merecido homenaje al Supremo Gobierno, sino hiciere publico nuestro reconocimiento por el enorme progreso alcanzado, en los últimos siete años de una administración sabiamente dirigida, motivo por el que, no deja ya duda alguna que hasta vuestros enemigos políticos no han tenido más remedio que enmudecer ante la abrumadora realidad de los hechos. Así también siguiendo el ejemplo dado por Ud. señor Presidente, un pequeño grupo de trabajadores que formamos la expresada comunidad de “La Huaca”, en actuación solemne hace dos años [1924], hicimos promesa formal ante el Prefecto del Departamento, señor Coronel César Zorrilla Luján y la primera autoridad eclesiástica Monseñor Lisson, de construir en terrenos comunales, un edificio destinado para dar cabida a las dos escuelas fiscales de ambos sexos que carecen de un local apropiado y cuya falta es notoria en esta población así como para los de todo el valle, pues sus pobladores mandan acá a sus hijos a recibir instrucción.
Esta obra señor Presidente se lleva a cabo con mucha lentitud es verdad, porque solo dedicamos un día de trabajo a la semana, pues los otros días restantes tenemos que trabajar unos en la fábrica y otros en el campo, para llevar el sustento a nuestra familia.
Este grupo de obreros muy pequeño por su número pero grande en sus aspiraciones, lleno de optimismo, lleva adelante labora indicada que paso firme y resolución inquebrantable hasta donde más se pueda, y cuando hayamos hecho todo lo que esté a nuestro alcance, tocaremos las puertas de los Poderes Públicos, los que no dudamos nos atenderán en tal justa solicitud, y poder llevar hasta su culminación nuestra obra, pequeña en su construcción, pero grande con su significado, porque en este recinto será donde se modelará los corazones de los futuros defensores de la Patria.
Quiera la Divina Providencia señor Presidente, concederle muchos años de vida para que continúe la obra de resurgimiento nacional y que el Perú entero os aplaude».
También en este acto la niñita Irene Cruzado, pronunció el siguiente discurso:
«Señor Presidente de la República:
La voz de los niños de Vitarte no he podido dejar de llegar hasta vos egregio y máximo mandatario del Perú. En representación de ellos vengó yo la más modesta de todas, para manifestaros la gratitud inmensa que por nos sienten nuestros infantiles pechos pues somos nosotros los que usufructamos los inmensos beneficios de la magna obra de reconstrucción nacional que estáis empeñado en llevar a cabo.
Si las futuras grandezas del Perú cuyas bases estáis echando con ahínco y talento inimitable constituirá la gloria y el esplendor de los hombres y mujeres de mañana, los que somos los pequeñuelos de hoy.
A vos debemos señor Presidente, el que las caricias de nuestros padres se nos prodigan más dulces y tiernos pues estos al mirarnos nos consideran los afortunados de una patria inigualada que teniendo en Leguía su forjador tendrá en nosotros el sostén de su grandeza.
Los trabajadores de Vitarte que siempre se han hallado a la vanguardia de los movimientos que significarían bienestar para las clases laboristas, han aplaudido siempre en vos al paladín de los derechos obreriles y ha querido que apadrinéis la ceremonia de la colocación de la primera piedra del templo a la más grande santa del Continente: Rosa de Santa María, nosotros los hijos de la lumbre del hogar, nos cuentan vuestras hazañas y patrióticos desvelos, os bendecimos en tan señalado día.
Ayudadme señores a levantar mi débil voz para decir: Viva el Presidente de la República. Viva la señora madrina».
Terminada la fiesta religiosa el Gerente de la Fábrica de Vitarte señor Fred Jackson y el señor Germán Miranda invitaron al señor Leguía y a los distinguidos concurrentes a esta fiesta, al local de la Fábrica, pasaron enseguida a la casa del señor Gerente donde se brindó con champagne y se atendido a los visitantes con pastas y refrescos. En seguida el señor Presidente de la República y la comitiva oficial regresó a Lima por tren extraordinario a la una del día.
Celebrándose este mismo día la fiesta de Santa Rosa, Patrona de Vitarte, la imagen de la santa fue sacada en procesión con numerosa asistencia de fieles, presidida por Lucia Revenga, Presidente del Comité de Damas. Las señoritas Martina García L. y Felicita Alfaro colocaban a los concurrentes elegantes discos, cuyo producto estaba destinado a incrementar los fondos para el templo.
En la tarde se llevó a cabo el match de foot ball, para disputarse la Copa donada para este torneo por el Alcalde de Lima, señor Dasso. Tomaron parte en este match los equipos del club “Alianza Vitarte” y el “Instituto Comercial Lima”. La copa fue ganada por los de Vitarte.
Las fiestas de Vitarte terminaron a las seis y media de la tarde y los concurrentes limeños regresaron por el tren ordinario a las siete de la noche.

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